viernes, octubre 26, 2007

A mi Padre...

A este hombre le debo más que la vida
Le debo los libros y mi gusto por ellos, por él...
Le debo mis dos sangres impulsivas y apasionadas,
mi caligrafía espigada, la afición a la buena redacción.
La fotografía.
Los ojos redondos, profundos.
La palidez, el cabello abundante e insoportablemente negro.
La resistencia infinata para caminar.
La inoportuna nostalgia por lo pasado.
La emoción incontenida al expresar sentimientos guardados por tanto tiempo.
Las utopías intelectuales.
El interés por la política y la repugnancia a los políticos.
El trazo, el pulso, el ojo observante.
El histrionismo, el carácter, la templanza para tomar decisiones.
La palabra precisa en el momento adecuado.
El gusto a lo pagano, el cabaret, el boxeo, el mate, las antiguedades, el cine.

A este hombre le debo más que mi vida
y nunca le he pagado nada,
porque nada tengo,
salvo ganas de vivir
para verlo feliz
para ser feliz.

Gracias por lo absoluto.